La madera resinosa es utilizada por los chamanes de varias tribus sudamericanas, como los aimara, quechua, jíbaros, entre otros. Las culturas manteña, machalilla, valdivia, e inca utilizaban su humo y su aceite con fines terapéuticos. El aceite esencial, de color amarillo claro, posee un perfume de cítricos, es apreciado por sus propiedades.